Todo un reto
En Franjul nos encantan los retos, así que cuando la novia de la foto vino a encargarnos sus zapatos de novia nos lo tomamos como tal. ¿La misión? Nada fácil, el bordado tenía que subir por el empeine del pie sin apenas sujeción. Después de pensar mucho como conseguir nuestro objetivo, lo teníamos claro teníamos que almidonar el bordado si queríamos que estuviera firme. El resultado fue este, unos zapatos espectaculares y una novia muy contenta.
La lección aprendida es clara, cada novia tiene un sueño el día de su boda y si esta en nuestra mano nosotros queremos ayudar a cumplirlo.
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